Por ti me olvidé de quien yo era en realidad. Contigo me quedé como un diamante sin brillar. No quiero ser así, espejo de tu vanidad. Prefiero ser de mí, sin nada que temer, nada que cambiar. No seré por ti, una flor de metal, no. Dices, que soy imperfecta, que tú eres mi dueño; que ando de inmadura todo el tiempo. Dices, que hablo cosas tontas, que no te merezco. Quién te crees que eres? Dime quien. Te pido por favor que no me quieras controlar. Entrégame tu amor sin condiciones nada más. Permíteme vivir soñando esta realidad
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