19 nov 2011

No me preguntes por qué te miro así, si tiembla mi voz o de nervios empiezo a reír. Y si repito que te quiero, te juro que no es en vano. No me preguntes por qué
escribo tu nombre mil veces. Si te preguntas por qué no dejo de pensarte, es que mi amor por ti se desborda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario